jueves, diciembre 29, 2005

EL MERSEY TAMBIÉN DESEMBOCA EN ERROTATXO

El derby con más raigambre de la liga inglesa se juega en Liverpool. Desde 1894, rojos y azules, Liverpool y Everton, dirimen su rivalidad sobre las canchas. Este año el partido se vivió de una forma muy especial en San Sebastián, y más concretamente en la plaza Errotatxo. En este lugar se encuentra la nueva sede social de un club de barrio, el Antiguoko Kirol Elkartea, donde se formaron dos chicos, protagonistas sobre el césped de Goodison Park en el clásico número 202 a orillas del río Mersey. Xabi Alonso y Mikel Arteta, Liverpool y Everton, se enfrentaron para orgullo de este club donostiarra, un equipo de cantera donde el compromiso de estos muchachos ha dejado huella y sus respectivos traspasos una interesante fuente de ingresos por concepto de formación (alrededor de 1,5 millones de euros).

Arteta y Alonso, origen común y caminos diferentes que confluían en el túnel del estadio del Everton instantes antes del inicio del partido. Mikel Arteta recaló en la cantera del Fútbol Club Barcelona proveniente de la factoría realista de Zubieta, luego se ha curtido en distintas ligas, con paso decidido ha crecido en el extranjero en tiempos en los que los jugadores españoles aún acusaban el vértigo de la emigración. Paris Sant Germain, Glasgow Rangers, retorno a la Real y traspaso al Everton, en diciembre de 2004, esa es su hoja de servicio. No es poco. Xabi Alonso, el hijo de Periko, el chico que tiene el fútbol en la cabeza, forjó su carrera en San Sebastián y participó de la mejor Real Sociedad desde los tiempos de Ormaetxea. Alonso fue el cerebro de un equipo optimista que le disputó el título de Liga hasta la última jornada al Real Madrid, y que un día agarró la oportunidad de vestir una camiseta roja que es algo más que fútbol. Hoy es la referencia del campeón de Europa.

Inmerso en la vorágine futbolera que devora Inglaterra por navidad, se vivió un nuevo derby en Liverpool. Dicen que es una rivalidad de la que ya apenas se tienen noticias, hinchadas mezcladas e incluso cortesía entre los dos bandos, pura confraternización. El mejor clima para vivir el derby de los dos chicos en la plaza Errotatxo.

Se cumplieron los pronósticos y el Liverpool del relojero Benítez ajustó un punto más su engranaje para pasar por encima de sus vecinos del Everton. Uno a tres para los reds. Xabi se llevó el derby. Mikel, expulsado, perdió el encuentro. Pero por encima de todo eso había quedado el orgullo de un equipo de barrio que veía como a cientos de kilómetros de distancia se recogían los frutos, ya maduros, de unas semillas cosechadas y regadas en sus campos de fútbol base. Saboreaban el resultado del trabajo bien hecho.

6 comentarios:

Holden dijo...

Siempre es genial, pero hoy me toca de cerca. Feliz 2006

Anónimo dijo...

Boludo, este no es de Enric González,¿no?

Anónimo dijo...

Una pena que no lleguemos a tiempo de alcanzar al Chelsea. Aguanten Reds!!

Recopilador de Historias dijo...

@ Leo: pues no, este es mío. Ya sabes que de vez en cuando me permito escribir algo. No creo que hayas dudado, pero en ese caso, gracias.
Saludos

Anónimo dijo...

Bajo prohibición seguiré leyendolo.
Unos escuchan la cope para calentarse la sangre, otros leemos.

Anónimo dijo...

Hi:)

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Regards,
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