viernes, mayo 27, 2005

PREDESTINADOS A GANAR por Walter Oppenheimer

¿Estaba el Liverpool predestinado a ganar en la histórica noche del miércoles en Estambul? ¿Estaba su inesperado triunfo escrito en las estrellas? Eso es lo que piensan muchos de sus seguidores, y quizás también de los del Milan, tras repasar la increíble cascada de coincidencias entre el triunfo de este año y las Copas de Europa ganadas por el flamante campeón en 1978 y, sobre todo, en 1981. Algunas de ellas son meramente domésticas, casi para degustadores de revistas esotéricas, y otras pura y simplemente intrascendentes. Pero también las hay que no ocurren precisamente todos los años.

En 1978, igual que en 2005, murió un Papa, Juan Pablo I entonces y su sucesor ahora. Ese año, como en éste, Gales ganó el Grand Slam del torneo entonces llamado Cinco Naciones, hoy Seis. En ambos años, el ganador de la Liga inglesa derrotó antes al Liverpool en la final de la Copa de la Liga, que este año se denominaba Carling Cup: en 1978 el Nottingham Forest y en 2005 el Chelsea.

Pero las coincidencias entre 1981 y 2005 son aún más llamativas. En ambos años se casó el príncipe Carlos de Inglaterra: en 1981 con Diana Spencer y en 2005 con Camilla Parker Bowles. También se casaron en ambos años Ken y Deirdre, dos personajes de ficción de la serie más larga y más popular de la televisión británica, Coronation Street. En 1981 bajaron a segunda el Norwich City y el Crystal Palace, como ahora. Y en ambos años el Liverpool sólo ganó 17 partidos de Liga, quedó quinto en la clasificación y... ganó la Copa de Europa.

1 comentario:

Leonardo dijo...

De no creer... es llamativo como la historia se repitió en conjunto. Indudablemente algo había a favor de Liverpool para que logren el torneo.
Además los jugadores de Milan hicieron al respecto algo indebido cuando salían al campo (los comentarios del partido por TV para América latina los hicieron Maradona y Kempes; ellos lo advirtieron al aire en el momento), ¡tocaron la copa al pasar!, cosa que no se debe hacer, según parece, jamás.