lunes, diciembre 25, 2006

VIVA EL BOXING DAY por Raul Fain Binda

Cómo si de ¡Qué Bello es Vivir! se tratara, vuelvo a recuperar este artículo navideño sobre la peculiaridad inglesa que tanta envidia provoca a los futboleros en estos días.



El ser inglés consiste, por encima de todo, en no ser como los demás.

Los ingleses conducen por la izquierda, sus escuelas públicas son en realidad privadas, el conductor de un ómnibus es el que vende los boletos (el que está al volante es el driver), en un ministerio el rango de secretario (de Estado) es más encumbrado que el de ministro... y el fútbol no descansa a fin de año.

Mientras los futbolistas de otras grandes ligas europeas se tienden al sol en playas exóticas o se atracan de pavo en sus casas de nuevo rico, los jugadores de la Premier League van del pub a la cancha y de la cancha al pub.

En un programa oficial plagado de jornadas, el fútbol inglés tiene en el Boxing Day su fecha con mayor carga histórica.

(...)

Día de los regalos


Boxing Day es el día siguiente a Navidad. En una época, particularmente durante el siglo XIX, fue una especie de Navidad alternativa para la inmensa masa de sirvientes que se deslomaba el 25 de diciembre trabajando para sus señores.

En la mañana del 26, bien tempranito, los sirvientes podían visitar a sus familias, cargados de paquetes de regalos (boxes o cajas) y las sobras del banquete.

También el 26 las iglesias abrían los boxes de limosnas destinadas a los pobres y los aprendices de todos los artesanos del reino visitaban a los clientes, con cajas para recoger las "ayuditas".

Las familias tradicionales, los nobles con dependientes económicos o clientela política, también salían ese día a repartir boxes con regalitos y sobras de comida, para mantener la ilusión de un clan o familia extendida de corte feudal.

Para hacerlo más breve, el Boxing Day era la Navidad de los pobres, cuando los ricos purgaban con actos de caridad la glotonería y derroche del día anterior.

Dado que el 26 no era feriado religioso, se podía ir al fútbol, que ha sido tradicionalmente el deporte de los pobres.

Raigambre popular

Volviendo ahora al Boxing Day, a la ávida demanda de fútbol en esta época del año, se nos ocurre que esto es una nueva prueba de la auténtica raigambre popular de este deporte.

Para las clases acomodadas, el Boxing Day señala desde la época victoriana el día de la caza del zorro... "señalaba" será la palabra en el futuro, porque la cacería de este Boxing Day puede haber sido ser la última, por lo menos en el plano legal.

Todas las otras actividades están de gira o reducidas en el nivel competitivo... excepto el fútbol.

Este país se está desprendiendo de sus tradiciones con una rapidez que escandaliza a los anglófilos extranjeros.

La prohibición de la caza del zorro es casi segura... Este asunto refleja un acomodamiento de las relaciones entre cierta gente de la ciudad y cierta gente del campo, entre políticos y propietarios.

El fútbol en este país es más democrático que eso, porque realmente representa a las comunidades regionales.

Por eso y otras cosas, ¡qué viva el Boxing Day!

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