lunes, noviembre 12, 2007

AJAX 1969-1973, LA REVOLUCIÓN QUE SOBREVIVE por Santiago Segurola

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Cuesta creerlo ahora, pero Holanda fue durante décadas un país residual en el fútbol. Mientras las grandes potencias (Inglaterra, Brasil, Argentina, Italia, Alemania, España) habían convertido el fútbol en la pasión nacional, y la habían convertido en una cultura a través de los éxitos de sus selecciones o de sus clubs, Holanda figuraba como una anécdota, un país pequeño más interesado por los negocios y las carreras de patines sobre hielo. Sus equipos eran primeros candidatos a recibir goleadas en las competiciones internacionales. No existía el profesionalismo. El fútbol tenía el carácter de distracción ociosa en un país con preocupaciones más interesantes. Sin embargo, en un pequeño club de Ámsterdam se había instalado el germen de una revolución grandiosa. Lo que no existía en 1964, se convirtió cinco años después en una de las maquinarias más perfectas que ha visto el fútbol. El Ajax surgió de la nada para instalar un modelo admirable, envidiado por su particularidad, tan vigente que la pequeña Holanda es uno de los principales suministradores de jugadores y técnicos del fútbol mundial. Y de estilo. Estilazo.


En 1964, Piet Keizer y Johan Cruyff, dos jóvenes jugadores del Ajax, se ganaron su primer contrato profesional. Cruyff suele decir que fueron los primeros futbolistas profesionales de Holanda. Un hombre de carácter, visionario de un método, porque había mucho de metódico en lo que hizo aquel Ajax, se encargó de construir el equipo. Era Rinus Michels. Aquella banda de desconocidos dio noticias de lo que se avecinaba en 1966. Ganó 5-1 al Liverpool en los octavos de final de la Copa de Europa. Sin saberlo, se habían medido dos genios del fútbol: Michels y Bill Shankly, el técnico que había sacado a los reds del abismo de la Segunda División. La progresión del Ajax fue meteórica. En 1969 alcanzó por vez primera la final de la Copa de Europa, conducidos por la versión más sublime de Cruyff.


La derrota ante el Milan no tuvo mayores consecuencias. La revolución había llegado para instalarse. En medio de un periodo dominado en Europa por el fútbol defensivo y la tolerancia con la violencia, la causa del Ajax fue abrazada por millones de aficionados en todo el continente. El Ajax jugaba con pasión, siempre al ataque, con un vértigo controlado y la obsesiva necesidad de disponer de la pelota. De todo ello se encargaban sus dinámicos jugadores. Eran jóvenes y rebeldes, forjados en la cultura de los años 60. No estaban en el fútbol para aburrirse. Pero tampoco se dejaban llevar por la anarquía.


Holanda, un país pequeño, había encontrado la manera de forjar un estilo, de preservarse en definitiva. En el juego del Ajax, y por extensión de la selección holandesa, se apreciaba grandeza y método. Equipo con extremos, gran amplitud, centrocampistas prolijos en el manejo del balón y temibles en sus llegadas al área, laterales intrépidos, centrales con gran capacidad para el pase, porteros extraños, o extraños para aquellos días: sin manos, adelantados, con ganas de jugar con los pies. El resto es historia. El Ajax ganó tres Copas de Europa (71,72 y 73) con nombres imperecederos: Cruyff, Keizer, Haan, Krol, Rep, Gerd Muhren, Hulshoff, Blakenburg. Su influencia fue total en la selección que deslumbró en el Mundial de Alemania 74. El legado se transmite hasta hoy a través de generaciones gloriosas. Van Basten, Bergkamp, Rijkkard y Koeman definieron su época. Van der Saar, los hermanos de Boer, Seedorf, Blind, Overmars, Kanu, Kluivert, Litmanen han sido cruciales en los últimos años. Otra generación vendrá, sin duda. El equipo que surgió de la nada, el país desinteresado por el fútbol, son ahora una impagable factoría de ideas, de futbolistas y de un estilo que no declina.

2 comentarios:

the pearl dijo...

Me encanta el fútbol holandés.La elaboración, los extremos abiertos, la defensa de tres.Aunque en mi opinión no juegan tan bien desde el Mundial de Francia.Aunque la verdad que poco de Holanda todavía es mucho.
Cuanto le debe la liga española al gran Johan Cruyff.

Anónimo dijo...

No Segurola, no puedo creer que dejaste de mencionar a Ruud Gullit. Pecado mortal!!!!